Jack Froese quien murió en 2011 últimamente ha estado enviando e-mails a sus amigos y familiares en los que toca ciertos temas que solamente él y las personas que están recibiendo los mensajes podían conocer.
¿Se tratará de una broma macabra de alguien que juega con los sentimientos de sus allegados o será un caso real de un fenómeno paranormal?
Según se publica en Yahoo News, cinco meses después de su muerte, un amigo de la infancia del fallecido, Tim Hart, recibió un mensaje de la cuenta personal de su amigo muerto. En dicho mensaje, corto y directo al punto, su amigo muerto le recordaba una conversación previa que habían tenido en relación a la limpieza del ático, publica el Daily Mail.
Ahora le decía, ¿no me oyes? Estoy aquí contigo en tu casa. Limpia el maldito ático. Lo espeluznante de este mensaje es que trata sobre una conversación privada entre Hart y Jack Froese que tuvo lugar en el ático en el que se comentaba sobre el desorden que allí había. Esta conversación, asegura Hart, fue entre ellos dos solamente y no había nadie más allí.
Por supuesto que no hay manera de probar sin lugar a dudas la veracidad de este relato. Es posible, por ejemplo, que Hart esté inventando todo esto para obtener publicidad. Pero, ¿realmente un verdadero amigo usaría a otro que ha muerto para burlarse de la credulidad de familiares y amistades? Resulta difícil de creer.
¿Se tratará de una broma macabra de alguien que juega con los sentimientos de sus allegados o será un caso real de un fenómeno paranormal?
Según se publica en Yahoo News, cinco meses después de su muerte, un amigo de la infancia del fallecido, Tim Hart, recibió un mensaje de la cuenta personal de su amigo muerto. En dicho mensaje, corto y directo al punto, su amigo muerto le recordaba una conversación previa que habían tenido en relación a la limpieza del ático, publica el Daily Mail.
Ahora le decía, ¿no me oyes? Estoy aquí contigo en tu casa. Limpia el maldito ático. Lo espeluznante de este mensaje es que trata sobre una conversación privada entre Hart y Jack Froese que tuvo lugar en el ático en el que se comentaba sobre el desorden que allí había. Esta conversación, asegura Hart, fue entre ellos dos solamente y no había nadie más allí.
Por supuesto que no hay manera de probar sin lugar a dudas la veracidad de este relato. Es posible, por ejemplo, que Hart esté inventando todo esto para obtener publicidad. Pero, ¿realmente un verdadero amigo usaría a otro que ha muerto para burlarse de la credulidad de familiares y amistades? Resulta difícil de creer.
Se dice que a toda persona, en algún momento de su vida, le ocurre un fenómeno de estos para los cuales jamás le encuentra una explicación lógica. A lo mejor ésta es una de esas ocasiones.
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