La especie, denominada Opilo lencinai, sería otro elemento clave en la compleja biocenosis que provee la integración en el humus del suelo de la madera procedente de las partes muertas del árbol y acaso un aliado en la lucha biológica frente a escarabajos barrenadores de la madera.
Los investigadores y entomólogos españoles, Pablo Bahillo de la Puebla, doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad del País Vasco, y José Ignacio López-Colón, ambientólogo, ingeniero técnico agrícola y miembro de Ecologistas en Acción, han descubierto una nueva especie de insecto, que han bautizado con el nombre científico deOpilo lencinai. La nueva especie ha sido publicada en la revista científica Heteropterus, la publicación de laAsociación Guipuzcoana de Entomología, cuya gestión corre a cargo de diversos naturalistas vascos de gran prestigio entre los que figuran los entomólogos Dr. Santiago Pagola Carte, D. Imanol Zabalegui Lizaso y D. Faustino Uranga Larrañaga, que están teniendo un importante papel en el impulso y divulgación de los estudios científicos entomológicos tanto en su comunidad autónoma como en el resto de España[1].
Las especies ibéricas del Opilo son características: estrechas y alargadas, miden entre poco menos y poco más del centímetro de longitud y tienen una coloración peculiar que los hace inconfundibles; las hembras son algo mayores que los machos y más corpulentas, pero su aspecto es similar. El nombre "lencinai" deviene en honor del entomólogo jumillano José Luis Lencina Gutiérrez, responsable de la investigación de campo, faceta en la que destaca entre los investigadores españoles dedicados al estudio de los coleópteros.
Se trata del quinto representante de la familia de los cléridos (Coleoptera, Cleridae) que resulta ser endémico -estrictamente ibérico- de las treinta y cinco especies registradas hasta ahora.
Su importancia por tanto sería doble, ya que aparte de dicha condición, es un elemento clave en la compleja biocenosis que está implicada en el proceso de integración en el humus del suelo, de la madera procedente de las partes muertas del árbol, en los ecosistemas ibéricos donde habita, y elemento de control natural de diversos enemigos de las masas forestales, como lo son ciertos escarabajos barrenadores de la madera (coleópteros anóbidos, cerambícidos y escolítidos), muy perjudiciales para muchos árboles –tanto frondosas como coníferas- y arbustos de los bosques ibéricos, sobre los cuales depreda (tanto los adultos como las larvas). Opilo lencinai es un endemismo que por el momento solamente se conoce de las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha (Cuenca y Guadalajara) y Murcia.
Apenas se conoce nada de su biología y ecología, pero se han sentado la base más elemental para que se puedan emprender estudios sobre los diversos aspectos biológicos. La nueva especie incrementa las cifras de la biodiversidad peninsular y ofrece un nuevo argumento para considerar la importancia de conservar los bosques españoles y preservarlos de la avidez de los "intereses comerciales" que tanto los están cercenando.
Ecologistas en Acción Región Murciana felicita a los investigadores por su descubrimiento, que por otro lado evidencia que todavía nos queda mucho por descubrir en cuanto a la biodiversidad de nuestros ecosistemas cercanos y las complejas interacciones que existen entre sus especies.
Por otro lado, el descubrimiento contrasta con la nefasta política de protección de la biodiversidad que lleva a cabo el Gobierno Regional. A la falta de Planes de Gestión de espacios Naturales, Planes de Recuperación de Especies Amenazadas, o la inactividad en el control de especies invasoras, se ha unido la fragmentación territorial y pérdida de superficie natural que el boom urbanístico y de infraestructuras innecesarias ha provocado en esta región.
Ejemplos muy gráficos de esta nefasta gestión son la descatalogación de miles de hectáreas de espacio protegido para hacer viable el proyecto de Marina de Cope, o la amenaza de un macropuerto de contenedores en plena zona LIC y ZEPA del Gorguel. Por no hablar de la autopista Cartagena-Vera o del aeropuerto de Corvera.
Por ello, la organización ecologista exige a las administraciones públicas que se tomen en serio las políticas de protección del Medio Ambiente y de conservación y recuperación de la diversidad biológica.
Fuente: .murcia.com
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