Habitantes de Jipijapa vivieron noche de terror
El extraño ser se manifiesta en forma de animales y destruye todo lo que encuentra a su paso
El diablo hace de las suyas y siembra pánico y terror en una familia de Jipijapa. Quienes viven en el sector Punta Alta, en la vía Jipijapa-Manta, no salen del asombro ante la presencia de un ser extraño que se ha apoderado de este lugar.
Desde hace algunas semanas, la familia Tubay Santisteban es “visitada” por un extraño fenómeno que hace temblar a su pequeña vivienda de construcción mixta.
El hecho sobrenatural se manifiesta de maneras misteriosas en animales como el chivo, que maúlla, o una vaca que ladra.
José Tubay, miembro de esta familia, compuesta por tres adultos y cuatro pequeños, dijo a EXTRA que desde hace más de una semana no pueden dormir, ya que a partir de las 23:00 el ente aparece con cachos y se convierte en animal. El ser del más allá sale desde una vetusta casa abandonada, ubicada en una zona montañosa, a unos 60 metros de su hogar, y destroza todo lo que encuentra a su paso.
“La primera vez que sentimos esto fue cuando los espejos de la casa empezaron a caerse durante una especie de temblor. Luego nos dimos cuenta de que un enorme animal estaba en media sala bailando y transformado en una vaca”, dijo el hombre muy asustado. Claudio Anchundia, vecino de los Tubay Santisteban, da crédito a lo narrado por ellos.
La familia confesó que estas apariciones extrañas y diabólicas ocurren desde hace varias semanas, cuando Daniel Pincay, de 60 años, falleció en la pequeña vivienda y fue velado solo ocho horas para luego ser llevado a Pedro Pablo Gómez, donde fue sepultado.
“Nosotros pensamos que Daniel no terminó de contar sus pecados. Él era una persona con historias muy malas, incluso tuvo problemas con la justicia por asesinato. La casa vieja tiene muchos años sin ser habitada y nadie se atreve a ir para allá a buscar lo que tal vez el difunto dejó escondido o abandonado”, dijo José Tubay.
Al sitio acudieron evangélicos, pero el demonio sigue allí. Inclusive colocaron monigotes debajo de sus casas para espantar al maligno ser, pero este, al parecer, no le teme a nada.
A “CAZAR” AL DIABLO
A las 22:45 del jueves, varias personas llegaron con machetes y escopetas en mano a casa de la familia Tubay para “cazar” a la extraña “visita”. De repente se sintió mucho frío y se interrumpió el servicio de luz eléctrica. “Esa es la señal...está aquí, si lo sienten, eso hace primero, nos corta la luz, nos deja a oscuras y empieza a hacer de las suyas”, repetía Pedro Tubay, mientras empuñaba su machete.
Luego de varios minutos, el piso de madera de la pequeña vivienda empezó a moverse y se escucharon ruidos. Los curiosos se aglutinaron en la vivienda hasta que todo quedó en silencio.
Los perros salieron despavoridos cuando se escuchó el balar de una cabra, especie que no existe en ese sector. Después de varios minutos de terror, el silencio se volvió a apoderar del sector, pero los moradores no quisieron regresar a sus casas y prefirieron dormir en la intemperie hasta que regrese la luz del día.
A las 22:45 del jueves, varias personas llegaron con machetes y escopetas en mano a casa de la familia Tubay para “cazar” a la extraña “visita”. De repente se sintió mucho frío y se interrumpió el servicio de luz eléctrica. “Esa es la señal...está aquí, si lo sienten, eso hace primero, nos corta la luz, nos deja a oscuras y empieza a hacer de las suyas”, repetía Pedro Tubay, mientras empuñaba su machete.
Luego de varios minutos, el piso de madera de la pequeña vivienda empezó a moverse y se escucharon ruidos. Los curiosos se aglutinaron en la vivienda hasta que todo quedó en silencio.
Los perros salieron despavoridos cuando se escuchó el balar de una cabra, especie que no existe en ese sector. Después de varios minutos de terror, el silencio se volvió a apoderar del sector, pero los moradores no quisieron regresar a sus casas y prefirieron dormir en la intemperie hasta que regrese la luz del día.
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