La imagen captada por el telescopio LOFAR en 150 MHz
Los astrónomos han descubierto fuentes de radio jamás detectadas antes y se acercan al más misterioso período tras el Big Bang
Un equipo internacional liderado por astrónomos de laUniversidad de Groningen (Países Bajos) ha conseguido captar la imagen más profunda del cielo en un parte del espectro relativamente inexplorada. Las fotografías revelan débiles fuentes de radio que nunca se habían visto antes. Estos resultados han sido presentados en la conferencia internacional organizada por la compañía ASTRON, responsable de la construcción del telescopio LOFAR con el que se hizo el descubrimiento, en Zadar, Croacia.
Durante el encuentro, los astrónomos se centraron en dos importantes proyectos sobre la observación del Universo lejano: la sonda Planck, dedicada a la observación del Fondo Cósmico de Microondas y que busca señales de una edad del cosmos llamada Época de reionización (entre 400 y 800 millones de años después del Big Bang, la gran explosión que sucedió hace 13.800 millones de años). Durante la Época de reionización, el hidrógeno fue desapareciendo poco a poco, probablemente como resultado del fuerte poder de ionización de las primeras estrellas. El Universo empezó a poblarse con las estructuras que hoy nos son familiares y se convirtió en una sopa transparente de iones y electrones. Detectar esta época es uno de los proyectos más importantes de la astronomía en la actualidad.
Señales elusivas
Los astrónomos del Instituto Kapteyn de la Universidad de Groningen están en la carrera por ser los primeros en encontrar esas señales. Encabezan un equipo formado por doce miembros, en el que también participan científicos de Alemania, EE.UU., Canadá y Suecia. Su trabajo, presentado en Zadar, supone un importante paso en el camino de la detección de estas elusivas señales, aunque reconocen que todavía queda mucho por hacer.
Las imágenes fueron obtenidas durante seis horas durante la madrugada del 29 al 30 del pasado enero, y durante la noche del 1 de abril. Uno de los campos está centrado en el Polo Norte celeste, mientras que el segundo campo se centra en el cuásar 3C 196, en la constelación del Lince. Las imágenes corresponden a una parte del espectro situado entre el infrarrojo y el ultravioleta, en el cual el telescopio LOFAR es capaz de echar un vistazo. Aunque los científicos están muy satisfechos con su trabajo, esperan mejorar la calidad de las imágenes en los próximos meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario