Como lo hiciera hace más de una década el equipo de arqueólogos encabezado por Merle Greene, fallecida recientemente, del Instituto de Investigación de Arte Precolombino, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) obtuvieron imágenes recientes de esa cámara mortuoria a la que nadie ha podido acceder desde hace mil 500 años.
En 1999, apoyados en una cámara utilizada para la endoscopia, penetraron en el interior del basamento piramidal identificado como el templo XX de la Acrópolis Sur de la Zona Arqueológica de Palenque, Chiapas.
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Mapa de la tumba
Ahora, con una diminuta cámara de video de poco más de 4x6 cm, y apenas 94 gramos de peso, se descendió a cinco metros de profundidad por un orificio de 15x15 cm sobre el techo de la bóveda y se obtuvieron las imágenes del sepulcro donde se observan paredes pintadas de rojo y figuras humanas delineadas en negro, además de once vasijas, y una cantidad indeterminada de piezas de jade y concha, que debieron formar parte del atuendo mortuorio del personaje.
La nueva exploración de la cámara funeraria es dirigida por los arqueólogos Arnoldo González y Martha Cuevas, mediante la cual se pretende atender la conservación del templo XX en su conjunto y, de manera específica, realizar la excavación y restauración de la cripta.
El INAH dio a conocer que la cámara mortuoria, ubicada dentro de una subestructura del templo XX, tiene bóveda escalonada, una puerta de acceso formada por grandes losas y, de manera excepcional, conserva los muros decorados con pintura mural donde están representados nueve personajes.
La nueva exploración de la cámara funeraria es dirigida por los arqueólogos Arnoldo González y Martha Cuevas, mediante la cual se pretende atender la conservación del templo XX en su conjunto y, de manera específica, realizar la excavación y restauración de la cripta.
El INAH dio a conocer que la cámara mortuoria, ubicada dentro de una subestructura del templo XX, tiene bóveda escalonada, una puerta de acceso formada por grandes losas y, de manera excepcional, conserva los muros decorados con pintura mural donde están representados nueve personajes.
Estas características de la cámara funeraria, a decir de la doctora Martha Cuevas, indican que los restos óseos que ahí reposan pueden corresponder a un gobernante de Palenque, probablemente uno de los iniciadores de su dinastía.
De acuerdo a la temporalidad determinada por los especialistas del INAH para este recinto mortuorio, la osamenta podría pertenecer a alguno de los siguientes señores: K’uk’ Bahlam I, primer gobernante de la ciudad; otro cuyo nombre no ha sido traducido aunque algunos autores lo han llamado Ch’away; Butz’ Aj Sak Chiik; Ahkal Mo’ Naab’ I; K’an Joy Chitam I, o Ahkal Mo’ Naab’ II, éste último se entronizó en 565 d.C.
El INAH precisó que han transcurrido doce años desde que los arqueólogos descubrieran esta cripta que, a diferencia de hallazgos similares en el sitio, como las tumbas de Pakal II y de la Reina Roja, que datan del siglo VII d. C., no contiene un sarcófago. Según los especialistas, es muy probable que la osamenta fragmentada del personaje descanse directamente sobre las lajas del piso.
De acuerdo con los trabajos realizados en 1999 por la arqueóloga estadunidense Merle Green, se determinó que en el centro del basamento piramidal se localiza una cámara funeraria, con pintura mural muy bien conservada.
Desde el año pasado, el INAH emprendió los trabajos de consolidación de la estructura piramidal, para iniciar en 2012 la excavación en el corazón de la pirámide. Su ubicación y las labores de consolidación habían impedido, hasta ahora, penetrar al recinto que guarda celosamente los restos de un destacado personaje muy importante de esa antigua ciudad maya, que vivió entre 431 y 550 de nuestra era.
Necrópolis real
••• La arqueóloga Martha Cuevas precisó que aunque el recinto no ha sido excavado, a partir del tipo de cerámica y de pintura mural que yacen en ese ambiente funerario, el templo XX fue construido hacia 400-550 d.C., y su cámara ocupada en ese mismo lapso del periodo llamado Clásico Temprano.
••• La arqueóloga Martha Cuevas precisó que aunque el recinto no ha sido excavado, a partir del tipo de cerámica y de pintura mural que yacen en ese ambiente funerario, el templo XX fue construido hacia 400-550 d.C., y su cámara ocupada en ese mismo lapso del periodo llamado Clásico Temprano.
“Se trata ni más ni menos que del segundo hallazgo en el sitio de un contexto de esta época, ya que sólo se conocía otro contexto, también funerario, en el templo XVIII-A que se localiza frente al XX. Esa cámara funeraria fue descubierta y explorada en los años 50 por Alberto Ruz Lhuillier”, comentó.
Por todo este contexto funerario los especialistas consideran que la acrópolis sur fue destinada como necrópolis real durante esa época.
El templo XX fue remodelado radicalmente durante el periodo denominado Clásico Tardío (600-900 d.C.), de manera que la tumba de cámara abovedada quedó cubierta por un nuevo edificio que ganó aproximadamente cuatro metros de altura en relación con la estructura previa, lo que significa que en la actualidad esa estructura tiene más de 18 metros de altura.
Fuente: milenio.com
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