Disfruta con el deporte, pero no está dispuesta a pasar por un mal trago y por ello ha decidido rechazar una astronómica cifra de dinero. En total, Anna Watson ha dejado escapar un total de 75.000 dólares por negarse a usar un esteroide completamente legal.
A pesar de que la sustancia que le ofrecían era completamente legal en Estados Unidos, país de origen de esta animadora, Anna Watson no vio apropiado tener que inyectarse sustancias añadidas para lucir su joven imagen.
Watson lleva siendo animadora desde los cinco años y siempre ha declarado su amor por el deporte, lo que le hace ser una de las animadoras más fuertes de todo el país. Tuvo, incluso, una gran oportunidad de ser una de las animadoras del equipo universitario de Georgia, algo que fue reconocido por todos sus conocidos: "Tienen cientos de chicas a prueba, es un gran logro para ella", decían. En todos estos años, Anna Watson destacó como una gran levantadora de peso, lo que le llevó al siguiente paso, el que ahora le ha hecho plantearse una cuestión ética que le ha obligado a tomar una delicada decisión.
Fue cuando un agente de modelos contactó con Watson cuando llegó la tesitura. La oferta era suculena: 75.000 dólares por posar como modelo para una marca de fitness, pero uno de los requisitos no gustó nada a la animadora. Desde su niñez, Anna Watson se ha declarado como religiosa practicante debido a que, según ella, esto es lo que le ha aportado el equilibrio en su vida, por lo que no pensaba ceder ni un solo ápice a pesar del próspero futuro que se le planteaba.
Inflexible
Si quería aceptar la oferta, Watson debía aceptar tomar un anabolizante legal que le haría ganar músculo para sus sesiones fotográficas, pero ella, muy preocupada por los efectos secundarios de cara al futuro, declaró que no estaba dispuesta poner en riesgo ni su salud ni la de sus futuros hijos. "No estoy dispuesta a comprometer mi moral y mis creencias por unas fotos. Mi cuerpo es un templo y una creación hermosa, así que no quiero hacer nada que le pueda hacer daño", declaró con rotundidad.
"Yo sé que mi identidad no está en mi trabajo. No es como quiero que se me vea, cuando la gente me conoce se da cuenta de que mi vida no es todo ejercicio y más ejercicio", añadió manteniendo férreos sus principios ante una suculenta oferta que muy pocos habrían sido capaces de rechazar.
Tras rechazar la oferta como modelo de fitness, Anna Watson sigue animando al equipo universitario de Georgia, pero el destino le ha jugado una mala pasada al sufrir una lesión en el tendón de aquiles.
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