¡ENDEMONIADO INCENDIO ARRASÓ CON CASA EMBRUJADA!
Lo que comenzó como un curioso e inexplicable fenómeno de combustión espontánea, en el sector rural Chiñihue Las Rosas de Melipilla, ayer pasó de castaño a oscuro para la familia Santis, luego que el misterioso fuego arrasara con una casa entera.
La rareza de que algunas cosas aisladas se prendieran solas se volvió tragedia 20 días después de que comenzara el fenómeno, el pasado 16 de septiembre.
"Perdimos sillones, muebles, juguetes, colchones, ropa, pero sobre todo tranquilidad. Apenas podemos dormir y vivimos pendientes del olor a quemado", lamentó el camionero Carlos Santis (50), mayor de los cinco hermanos que viven en la propiedad junto a sus familias.
"El incendio de la casa de mi hermana ya son palabras mayores. Gracias a Dios que nadie resultó herido, pero esto obviamente te atemoriza", explicó el transportista, a quien su jefe no le quería dar permiso cuando por teléfono le avisaron del siniestro.
Las llamas que destruyeron una de las cinco casitas de los Santis comenzaron cerca de las 8 de la mañana, en el mismo domicilio donde se produjo el primer episodio de pirokinesis.
Los ladridos de "Oso", "Benji", "Roly", "Map" y "Vaca", junto a los cacareos de sus 12 gallinas, evitaron un desastre aún mayor.
Tras el incesante cateteo del fuego, que mantiene a los Santis durmiendo a puros saltos, el clan de Melipilla implora por ayuda sicológica, siquiátrica, paranormal, espiritual, religiosa o lo que sea, que les sirva para terminar con la tonterita.
"Vino un curita de El Monte, el obispo de Melipilla y otro sacerdote que no recuerdo. Ellos nos dijeron que rezáramos, que estuviéramos unidos... ¡pero esta cuestión no se acaba, estamos desesperados!", alegó chato don Carlos.
"Es comprensible que la gente no te crea, que piense que nos queremos aprovechar, pero nosotros no pedimos ayuda material, no queremos cosas. Necesitamos que alguien que sepa de esto nos dé una mano", enfatizó angustiado el transportista, con ganas de tirar la esponja.
JUSTO CUMPLÍAN UNA SEMANA DE TRANQUILIDAD
El pasado viernes, La Cuarta sorprendió a todo el universo conocido con la publicación de este particular calvario que proviene de la dimensión desconocida. En esa entrevista los Santis estaban medianamente contentos, porque llevaban tres días sin llamas odiosas y pensaban que la cosa se estaba terminando.
Sin embargo, justo cuando cumplían una semana sin atados, el catete fuego se ensañó y destruyó una casa, por lo que tras el devastador siniestro personal uniformado del Laboratorio de Carabineros llegó al sitio de la familia afectada para tratar de develar el misterio de los incendios sin explicación.
Durante las tres semanas bomberos, polis y curas ya han sido testigos de la rareza.
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