SANTIAGO, noviembre.- Habitualmente escuchamos casos de avistamientos experimentados por ufólogos o personas comunes y corrientes, sin embargo, recientemente un miembro del Ejército de Chile lanzó un libro que revela los “fenómenos no identificados” que han sido vistos por pilotos de diversos países mientras efectuaban un vuelo.
En muchos casos, la interacción que han tenido los aviones con estos objetos no identificados han puesto en peligro las operaciones de la nave, lo cual ha sido reportado a las autoridades militares y hoy se revela al público a través del libro del piloto Rodrigo Bravo.
En entrevista con Terra.cl, el miembro de las Fuerzas Armadas de Chile entrega algunos detalles de la publicación que ya está generando debate en el país.
De los 23 casos que ustedes reunieron ¿cuál destacaría por su impacto?
Uno que ocurrió el 27 de marzo del 2000, donde un avión Citation II Cessna 550 de la aviación del Ejército, venía desde Arica y ya se encontraba en su tramo final de vuelo entre Santiago y Rancagua.
En el espacio aéreo controlado donde iba pasando el avión, el propio controlador del radar del área terminal le notifica al piloto que tiene un tráfico en pantalla que no está identificado, pero que se encuentra más al sur.
Cuando el avión cruza angostura y el piloto observa hacia el sur observa sobre Graneros un objeto alargado y de color plomo, de 50 metros de largo, que estaba estacionario.
¿Y desde tierra se reportó algo?
Cuando los tripulantes del avión consultan a Rancagua-Torre si había algún otro tráfico en ese momento les responden que no existía nada en ese momento, y en el mismo instante este aparato no identificado hace un viraje brusco y vuela rápidamente hasta quedar al costado derecho del avión.
Una vez que se detiene este objeto, mantiene la velocidad del avión y queda volando al costado derecho por 2 minutos.
Los pilotos siguen consultando a Rancagua-Torre, donde reportan que ven el objeto, como también lo comienzan a observar los pasajeros del avión.
¿Qué sucede entonces?
El objeto estaba tan cerca que el piloto tuvo que hacer un pequeño viraje, ya que se generó una situación de riesgo bastante grande para la nave, y luego de dos minutos el objeto tomo una posición vertical con respecto al suelo para emprender rápido vuelo hacia la Cordillera de la Costa.
¿Estos casos que ustedes investigaron estaban en archivos ocultos del Ejército? ¿Algo así como los Archivos X?
No. Hay casos que se revelan en el libro y que no son conocidos, pero que estaban en organismo internacionales de Estados Unidos.
Los otros casos están en la CEFAA (Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos de Chile).
Es importante decir que con la ley de transparencia no existe ningún secretismo sobre ese tema, y las Fuerzas Armadas, la Fuerza Aérea o la Dirección de Aeronáutica de Chile NO mantienen en secreto este tema.
¿Cualquier persona puede ir a la CEFAA a pedir información?
Cualquier persona que esté haciendo una tesis o quiera investigar por simple curiosidad puede hacerlo. Allí se recopilan los fenómenos aéreos anormales que se producen en el territorio nacional y que son analizados en forma seria y científica.
¿Qué opina de los ufólogos o de los comunicadores como Juan Andrés Salfate que hablan de ovnis en la TV?
Como Oficial de Ejército y desde la perspectiva aeronáutica creo que cada persona es libre de pensar lo que quiera y hay ufólogos con una trayectoria importante que han difundido los hechos.
Pero por otro lado, existen grupos investigadores que han patentado muchos de estos hechos y los han hecho verdades absolutas desde un punto de vista subjetivo.
Ahí están las hipótesis extraterrestres, la de los contactados o de las abducciones que hoy día no tienen validez científica porque no tienen pruebas.
¿Y qué opina de lo que hace Salfate?
A mí me gustaría que Salfate leyera el libro y que ojalá pueda debatir y exponer ideas en base al texto, porque la idea es avanzar y mancomunar procedimientos.
Fuente: terra.cl
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