Uno de los astros es de tamaño similar al del sol y el otro es muy pequeño
A 4.900 años luz de la Tierra, en la constelación del Cisne, el telescopio en órbita Kepler, de la NASA, especializado en la búsqueda de planetas extrasolares, ha descubierto un peculiar sistema planetario formado por dos planetas que están en órbita de dos estrellas. Se conocía ya un sistema estelar binario con un planeta girando a su alrededor, pero no una formación con dos de ellos, como es el caso del sistema bautizado Kepler-47.
Uno de los astros de este sistema doble tiene el tamaño del Sol, pero su brillo es solo de 84%, mientras que el otro astro es diminuto, explica laNASA en un comunicado, con un tercio del tamaño del Sol y menos del 1% de su brillo. En cuanto a los planetas, el interior, denominado Kepler 47-b da una vuelta completa en torno a las dos estrellas en menos de 50 días y el otro, Kepler-47c, en 303 días. Eso lo sitúa en la denominada zona de habitabilidad, que define una región en la que podría haber agua en estado líquido. Pero este planeta no sería apto para albergar vida, dicen los expertos, porque debe ser un gigante gaseoso, ligeramente más grande que nuestro Neptuno.
El sistema binario con dos planetas a su alrededor da respuesta a la incógnita que tenían los astrónomos acerca de si sería posible la existencia de un conjunto así. Pero el descubrimiento también abre nuevas incógnitas: “Es muy difícil que se formen según el paradigma actual y creo que los teóricos, incluido yo mismo, tendremos que volver a la mesa de diseño para intentar mejorar nuestras comprensión de como se construyen los planetas en discos polvorientos en sistemas binarios”, ha dicho Greg Laughlin, astrofísico de la Universidad de California en Santa Cruz.
El Kepler es un telescopio que, desde su privilegiada posición espacial, rastrea el cielo observando miles de estrellas para detectar cambios regulares en su brillo, por mínimos que sean, lo que puede indicar que se ha cruzado un objeto en la línea de visión desde la Tierra. Ese objeto sería un planeta y la técnica de detección se denomina de tránsito.
Una estrella dulce
En torno a una joven estrella similar al Sol, situada a unos 400 años luz de distancia de aquí, unos astrónomos han identificado la presencia de azúcar, glicoaldehido. Se había encontrado ya esta forma simple de azúcar en el espacio interestelar, pero es la primera vez que se descubre en el gas que rodea un astro como ese (IRAS 16293-2422), a una distancia como la de Urano al Sol, informa el Observatorio Europeo Austral (ESO).
El glicoaldehido “no es muy diferente del azúcar que ponemos en el café, pero esta molécula es uno de los ingredientes de la formación del RNA que, como el ADN s uno de los bloques constitutivos de la vida”, señala Jes Jorgensen (del Instituto Niels Bohr, Dinamarca).
El hallazgo se ha realizado con radiotelescopio internacional Alma, una batería de antenas ubicada a más de 5.000 metros de altura, en el norte de Chile, que se ha estrenado hace poco y que todavía no está completa.
Fuente: elpais.com
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