La superstición de una cultura avanzada que se esconde entre las nubes motivó historias de conspiración y espionaje que nadie como el cine logró capitalizar. La Fuerzas Aérea Argentina (FAA) mostraron siempre interés por los OVNIs y, para investigar estos fenómenos, ahora creó el primer organismo oficial: la Comisión de Investigación de Fenómenos Aeroespaciales.
El país se suma así a una tendencia internacional de desclasificar documentos sobre el tema (como lo hizo el FBI en esta semana) y de analizar con un enfoque científico la presencia de objetos voladores no identificados. Organismos semejantes ya actúan en Uruguay –donde funciona desde 1979–, Chile y Brasil.
El capitán Mariano Mohaupt, vocero de prensa de la FAA y encargado de presidir esa comisión, reconoció por primera vez que “la Fuerza Aérea Argentina confirma el avistamiento y estudio de fenómenos aeroespaciales que no han sido identificados”.
Esto no quiere decir que se acredite la existencia o visita de civilizaciones planetarias. A diario, los astrónomos captan objetos que no consiguen precisar. Y aunque a simple vista se asemeje a un plato volador, primero habrá que descartar que no sean globos o cápsulas meteorológicas, cohetes, chatarra espacial o meteoritos.
Nadie puede investigar objetos voladores sin conocimiento del tráfico aéreo o de condiciones atmosféricas. Porque como explica Mohaupt, “muchos de los fenómenos duran algunos segundos y luego se disipan”.
La comisión que empezará a funcionar en dos meses será interdisciplinaria y su propósito será determinar cuándo un incidente responde a causas meteorológicas, astronómicas o físicas y cuándo no. El equipo estará integrado por pilotos, personal del Servicio Meteorológico Nacional, de la Administración Nacional de Aviación Civil y podrían sumarse médicos, psiquiatras y gente del INTA, en caso de sucesos geofísicos .
Con la intención de otorgar un marco científico a estas anomalías, “el método para indagar en cualquier hecho significativo –resume Mohaupt– se divide en tres fases. La primera será la recopilación de datos de fuentes primarias y secundarias. La contribución de los ciudadanos e instituciones será crucial en este punto.
La fase intermedia contempla un estudio pormenorizado de cada caso particular y su posterior documentación. Aquellos fenómenos que no hayan sido esclarecidos, pasarán a la tercera etapa de análisis estadístico y la de cruzamiento de datos que brinda cada especialidad”.
Sobre los beneficios de esta iniciativa oficial, Silvia Pérez Simondini, directora de la Comisión de Estudio Fenómeno OVNI República Argentina (CEFORA), opina que “es maravilloso que se haya creado la comisión porque cada vez que precisemos realizar un análisis, tendremos acceso a los laboratorios oficiales”.
Desde la óptica de la ciencia y de la religión, quedan pocas dudas, aunque faltan pruebas. El físico y cosmólogo británico Stephen Hawking, afirmó que los extraterrestres “casi seguramente existen” aunque aconsejó que los humanos eviten el contacto con ellos.
Mientras que el director de la Specola Vaticana de Castelgandolfo (observatorio astronómico del Vaticano), el jesuita George Coyne, concluyó que, pese a la falta de evidencia científica, no descarta la vida en otros planetas .
Para el astrónomo Roberto O. Venero, “la mayoría de los científicos, hoy en día, considera como alta la posibilidad de la existencia de vida en otros sistemas planetarios. Esta idea ha sido apuntalada con el hallazgo de numerosos exoplanetas que se constituyen en escenarios potenciales para el desarrollo de la vida”.
Sin embargo, estas expectativas fundadas en hechos científicos, no tienen ninguna vinculación con el supuesto fenómeno OVNI. “Relacionar a luces u objetos voladores que no pueden ser identificados por algún motivo, con naves de extraterrestres que nos visitan, corresponde al terreno de la fantasía. No es maduro explicar aquello que no entendemos con una idea preconcebida sólo porque no lo entendemos”, aclara Venero.
Fuente: labrujula24.com
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