Se trata de Luiz Costa de Oliveira, un agricultor jubilado. Todo empezó cuando perdió a su primera esposa, con la que tuvo 17 hijos. Tras su muerte, Oliveira se unió a María Francisca da Silva, de 65 años, quien le ayudó en la crianza de los menores y con la que tuvo otros 17 hijos.
La hermana de María Francisca y cuñada del campesino, solía frecuentar la vivienda conyugal para ayudar en las tareas domésticas y comenzó a mantener relaciones íntimas también con Luiz, fruto de las cuales nacieron otros 15 niños.
A esta situación se sumó la madre de ambas mujeres, Francisca María, de 89 años, con quien Oliveira tiene otro descendiente.
En total son 33 hijos con su mujer, cuñada y suegra que se suman a los 17 que ya tenía de su primer matrimonio, aunque no todos lograron sobrevivir.
"La cosa que Dios hizo mejor en el mundo fue la mujer", declaró el anciano que tiene 100 nietos y 30 bisnietos.
Oliveira añadió que puede tener más descendientes "por ahí" sin tener conocimiento, porque siempre le gustó la compañía femenina.
"No sé decir el nombre de todo el mundo, pero sé que tengo muchos hijos, nietos y bisnietos esparcidos", agregó Oliveira, quien tiene dos viviendas a su numerosa familia.
A esta situación se sumó la madre de ambas mujeres, Francisca María, de 89 años, con quien Oliveira tiene otro descendiente.
En total son 33 hijos con su mujer, cuñada y suegra que se suman a los 17 que ya tenía de su primer matrimonio, aunque no todos lograron sobrevivir.
"La cosa que Dios hizo mejor en el mundo fue la mujer", declaró el anciano que tiene 100 nietos y 30 bisnietos.
Oliveira añadió que puede tener más descendientes "por ahí" sin tener conocimiento, porque siempre le gustó la compañía femenina.
"No sé decir el nombre de todo el mundo, pero sé que tengo muchos hijos, nietos y bisnietos esparcidos", agregó Oliveira, quien tiene dos viviendas a su numerosa familia.
Fuente: canalrcnmsn.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario