Un panel de científicos asegura que la chatarra orbital ha aumentado de tal manera que puede causar choques continuos y provocar fugas fatales en las naves tripuladas
Un panel de expertos de las Academias Nacionales de Ciencia de EE.UU. ha advertido a la NASA de que la cantidad de basura espacial que se encuentra en órbita ha llegado a un peligroso punto de inflexión. Hay demasiada. Los científicos han asegurado que esta chatarra sin control puede causar fugas fatales en las naves espaciales o destruir los satélites.
A pesar de que la NASA tiene un programa para el manejo de la basura espacial que dejan los satélites y las misiones no tripuladas cuando dejan de funcionar, los expertos insistieron en la necesidad de tomar más medidas ante el incremento de las misiones. «La NASA debe eliminar de escombros el espacio y mitigar los riesgos», han indicado los expertos en un informe.
La Academia Nacional de Ciencias, el Instituto de Medicina, el Consejo Nacional de Investigaciones y la Academia Nacional de Ingeniería conforman este organismo que realiza informes periódicos para asesorar al Gobierno sobre políticas científicas. Los expertos reconocen la complejidad y la dificultad del entorno en el que se mueven los desechos orbitales y que, debido a recortes presupuestarios, la NASA ha tenido que ajustar los gastos de sus programas.
Según los datos recogidos, los desechos espaciales han aumentado de tal manera que pueden causar choques continuos y crear aún más basura espacial, poniendo en riesgo a las tripulaciones. En junio pasado, los seis tripulantes en la Estación Espacial Internacional (ISS) tuvieron que buscar refugio en las naves de emergencia Soyuz por la cercanía de un desperdicio espacial que finalmente pasó a apenas 250 metros.
A 28.000 kilómetros por hora
«El medio ambiente del espacio es cada vez más peligroso para las naves y los astronautas», ha reconocido Donald Kessler, presidente del comité que escribió el informe y exdirector de la Oficina del Programa de Escombros Orbitales de la NASA. La agencia espacial estadounidense da seguimiento a más de 500.000 piezas de desechos, o «basura espacial», que giran en órbita de la Tierra y viajan a velocidades de hasta 28.000 kilómetros por hora, lo suficientemente rápido como para que aún una pieza pequeña dañe un satélite o una nave espacial.
Pero según Kessler, la agencia espacial «tiene que determinar el mejor camino a seguir para liderar con los múltiples problemas causados por meteoritos y basura espacial que ponen en riesgo las misiones espaciales tripuladas y robóticas». El informe considera que estos programas de seguimiento no cuentan con una gestión única y eficiente ni con los fondos necesarios para coordinar el control de desechos, algunos milimétricos. Aunque la NASA coincide en la necesidad de la eliminación de escombros, la agencia y el Gobierno no han examinado las consideraciones económicas, tecnológicas, políticas y legales, dice el informe.
¿Quién limpia el espacio?
El análisis señala además que solo el 30 por ciento de la basura espacial se puede atribuir a Estados Unidos y el manejo de estos desechos es un asunto que debería tratarse con otros países. "La Guerra Fría ha terminado, pero sigue habiendo una gran sensibilidad con respecto a la tecnología satelital", ha explicado el vicepresidente del comité George Gleghorn, exvicepresidente y jefe de ingenieros del Grupo Tecnológico TRW.
Como ejemplo, señala que el principio jurídico internacional dice que ninguna nación puede recolectar los objetos de otras naciones en el espacio. Por ello, ha recomendado que la NASA analice con el Departamento de Estado los requisitos legales y aspectos diplomáticos que implicaría una mejora del sistema.
Fuente: abc .es
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