Entre el 21 y el 29 de agosto, los aficionados podrán disfrutar del espectáculo único que son las auroras boreales sin necesidad de desplazarse hasta las cercanías del Polo Norte. Será posible gracias a las retransmisiones que podrán verse en el portal Sky-live.tv, coordinadas por el investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias Miquel Serra-Ricart.
Como en anteriores ocasiones, coincidiendo con un aumento de la actividad, Ricart y otros investigadores han organizado la expedición Shelios 2011 hasta Groenlandia, dado que sólo cerca de los casquetes polares se pueden observar las cortinas luminosas de colores que se intensifican en esas fechas y que coinciden con un aumento de la actividad solar que produce las auroras y que alcanzará su máximo a comienzos de 2013.
Los expedicionarios han viajado hasta los alrededores del glaciar de Qaleraliq, desde donde cada día harán una conexión con el canal de internet desde las 3.30 a 3.45 horas (peninsular) en castellano y en inglés, dentro del proyecto Astronomía Ciudadana de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología. Su objetivo es fomentar las vocaciones científicas entre la juventud, utilizando para ello las nuevas tecnologías, que permiten 'viajes virtuales' como el que propone Shelios 2011.
Las auroras polares se producen cuando el viento solar, que son partículas muy energéticas originadas en la estrella, llegan a la atmósfera terrestre. Debido al campo magnético de la Tierra, sólo pueden penetrar por el Polo Norte (auroras boreales) y por el Polo Sur (auroras australes).
Al entrar, a una altura en la atmósfera de entre 100 y 400 kilómetros, este viento solar, compuestos principalmente por electrones, colisiona con átomos de oxígeno, dando luga a la emisión de luz de tonos verdosos, que es la más habitual en este fenomeno. En los máximos solares, aumenta este viento y, por tanto también el flujo de partículas que llegan y son dirigidas a los polos.
Tormentas de viento solar
Dado que el Polo Norte magnético no coincide con el geográfico, según Ricart el mejor lugar de observación de las auroras boreales estaría al norte de Canadá cerca de la isla Ellesmere, pero el sur de Groenlandia es una de las mejores plataformas de observación.
"Es conocido que durante el máximo solar ocurrido en el año 1989, con intensas tormentas solares, varias ciudades del norte de los Estados Unidos y Canadá tuvieron graves problemas en el suministro eléctrico. También varios satélites sufrieron anomalías temporales en el transcurso de las citadas tormentas", recuerda el investigador.
La relación entre la actividad solar y el clima terrestre es un tema fruto de un intenso debate en los últimos años. Algunos indicios apuntan que cuando la actividad solar es mínima la Tierra sufr en enfriamiento. Entre 1645 y 1715 se cree que existió un mínimo solar muy prolongado (el mínimo de Maunder) que provocó una pequeña edad de hielo en el planeta.
Fuente: elmundo,es
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