Britney es una nena de 8 añitos. Su piel, por supuesto, tiene la belleza natural de la de cualquier niña de su edad. Pero para su mamá no parecía ser suficiente, al menos no como para competir por una corona de reina de belleza. Por eso, la señora le inyectó botox a la pequeñita.
El que las niñas participen en concursos de belleza ya me parece un poco osado, particularmente porque ello lleva implícita la enseñanza de que la belleza lo es casi todo en esta vida. Pero la historia que van a leer a continuación sí que es para analizar seriamente todo lo que hay detrás de este tipo de competencias.
El que las niñas participen en concursos de belleza ya me parece un poco osado, particularmente porque ello lleva implícita la enseñanza de que la belleza lo es casi todo en esta vida. Pero la historia que van a leer a continuación sí que es para analizar seriamente todo lo que hay detrás de este tipo de competencias.
No te pierdas el video. La nota continúa después de él:
El programa de televisión Good Morning America dio a conocer la historia de la pequeña Britney. Su madre, de nombre Kerry, fue quien decidió inyectar botox en el rostro de la niña, para permitirle así tener una ventaja en el circuito de concursos de belleza para niñas.
"Entraremos a los concursos de belleza", le dijo Kerry a GMA. "Sabía que ella se estaba quejando de su rostro, de tener arrugas y cosas así. Cuando se lo trajé [el botox], Britney aceptó hacerlo".
¿Pueden creer esto? ¿Una niña con arrugas? Y bueno, una cosa es que la nena crea que tiene arrugas y que necesita hacer algo para solucionar su "problema", y otra que su madre no le haga ver la realidad de las cosas y que la someta a un procedimiento de belleza que debería ser de uso exclusivo de los adultos.
La mamá de Britney usa botox para ella misma, y además se dedica a este rubro de la cosmética, por ello es que decidió ser ella misma quien inyectara a la pequeña. Britney recibe cinco inyecciones en tres puntos diferentes del rostro.
Como era de esperarse, los expertos muestran su preocupación ante este caso.
"Bueno, cuando escuché la historia por primera vez, creo que mi reacción inicial fue de incredulidad, y luego, me sentí un poco horrorizado", dijo a GMA el Dr. Charles Sophy, psiquiatra especializado. "Hay mucho daño psicológico en juego".
Honestamente, a mí sí me horroriza esta historia. Entiendo que la coquetería es una cualidad innata de las mujeres, que aún siendo niñas queremos vernos lindas, traer el cabello bien arreglado, usar vestidos bonitos, y quizá, jugar un poquito con el maquillaje de vez en cuando. Pero que una niña de 8 años se obsesione con el tema de la belleza a este grado, es aterrador.
Ahora bien, el problema no ha surgido de la mente de la pequeñita, sino que esta conducta es algo que ha aprendido de su propia madre. Es la adulta quien piensa inscribirla en los concursos de belleza, quien le mete la idea de que debe lucir perfecta, más hermosa que el resto de las niñas. Y es ella también quien ha puesto a su alcance el tratamiento antiarrugas.
Yo no podría hacerle nada de esto a mi hija... jamás.
"Entraremos a los concursos de belleza", le dijo Kerry a GMA. "Sabía que ella se estaba quejando de su rostro, de tener arrugas y cosas así. Cuando se lo trajé [el botox], Britney aceptó hacerlo".
¿Pueden creer esto? ¿Una niña con arrugas? Y bueno, una cosa es que la nena crea que tiene arrugas y que necesita hacer algo para solucionar su "problema", y otra que su madre no le haga ver la realidad de las cosas y que la someta a un procedimiento de belleza que debería ser de uso exclusivo de los adultos.
La mamá de Britney usa botox para ella misma, y además se dedica a este rubro de la cosmética, por ello es que decidió ser ella misma quien inyectara a la pequeña. Britney recibe cinco inyecciones en tres puntos diferentes del rostro.
Como era de esperarse, los expertos muestran su preocupación ante este caso.
"Bueno, cuando escuché la historia por primera vez, creo que mi reacción inicial fue de incredulidad, y luego, me sentí un poco horrorizado", dijo a GMA el Dr. Charles Sophy, psiquiatra especializado. "Hay mucho daño psicológico en juego".
Honestamente, a mí sí me horroriza esta historia. Entiendo que la coquetería es una cualidad innata de las mujeres, que aún siendo niñas queremos vernos lindas, traer el cabello bien arreglado, usar vestidos bonitos, y quizá, jugar un poquito con el maquillaje de vez en cuando. Pero que una niña de 8 años se obsesione con el tema de la belleza a este grado, es aterrador.
Ahora bien, el problema no ha surgido de la mente de la pequeñita, sino que esta conducta es algo que ha aprendido de su propia madre. Es la adulta quien piensa inscribirla en los concursos de belleza, quien le mete la idea de que debe lucir perfecta, más hermosa que el resto de las niñas. Y es ella también quien ha puesto a su alcance el tratamiento antiarrugas.
Yo no podría hacerle nada de esto a mi hija... jamás.
Fuente: aol.com
Que mal con esa señora, el mundo está loco
ResponderEliminargente loca existe..
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