La transmisión de los datos de GPS y las conexiones de un reloj “han podido influir” en las mediciones de la velocidad de las partículas, anuncia el CERN
Los científicos del experimento Opera, que anunciaron el pasado septiembre que los neutrinos parecían viajar más rápido que la luz, cuestionando así uno de los pilares de la relatividad de Einstein, han encontrado dos posibles fuentes de erros en su experimento. Con mucha cautela, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), junto a Ginebra, de cuyo acelerador parten los haces de neutrinos que se registran bajo los Apeninos (en Italia) en este experimento, ha emitido un breve comunicado haciéndose eco de “dos posibles efectos que podrían haber influido en sus medidas del tiempo empleado por de los neutrinos”. Pero la cuestión no está zanjada, y se realizarán más pruebas para comprobar si estos fallos anulan definitivamente los espectaculares resultados que se presentaron. En mayo se reanudará la toma de datos.
Una posible fuente de error estaría en el oscilador empleado para la traducción de la información que proporciona el GPS (para determinar la distancia exacta recorrida por los neutrinos entre Ginebra y los Apeninos). El otro posible “efecto” estaría en el mal funcionamiento del conector de fibra óptica que transmite la señal del GPS al reloj del detector de neutrinos (instalado en una cavidad subterránea).
“El alcance potencial de estos dos efectos esta siendo estudiado por la colaboración Opera”, anuncia el CERN. Señala también el laboratorio europeo que esos dos posibles fallos tendrían efecto opuesto en los resultados, ya que el primero, el temporizador para las sincronizaciones de la medidas de GPS, habría podido sobrestimar el tiempo de viaje de los neutrinos desde el origen del haz hasta el detector, mientras que el segundo, el del conector de fibra óptica, habría subestimado dicho tiempo.
El experimento Opera consiste en detectar con su equipo instalado en el laboratorio subterráneo de Grana Sasso (en una caverna excavada bajo los Apeninos), los neutrinos que se envían desde el sistema de aceleradores del CERN, a 730 kilómetros de distancia. Como los neutrinos apenas interaccionan con la materia cumple su viaje subterráneo limpiamente. La sorpresa llegó cuando estos investigadores midieron con precisión la distancia recorrida y el tiempo empleado por estas partículas subatómicas en cubrirla y resultó que viajaban a mayor velocidad que la de la luz, violando así la limitación máxima establecida por la teoría de la Relatividad Especial de Einstein: nada puede superar la velocidad de la luz. Los científicos de Opera no pasaron de presentar sus sorprendentes datos, sin meterse a analizar su impacto si fuera efectivamente correctos.
La reacción de los científicos especialista tras la presentación en el CERN de dichos resultados fue de escepticismo general: algo estaba mal aunque sin saber especificar qué. Al tiempo que se mejoraba el mismo experimento Opera para tomar medidas más precisas y se anunciaba que otras dos instalaciones (una en Estados Unidos y otra en Japón) repetirían el ensayo para comprobar los resultados, números trabajos se han ido presentando apuntando posibles fallos e interpretaciones. Pero los dos problemas anunciados hoy son los primeros que se reconocen oficialmente desde dentro de la misma colaboración internacional de Opera.
Fuente: elpais.com
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