En otros países del mundo, como Estados Unidos, estas tendencias son todo un “boom”
Especialista argumenta que quienes lo practican “podrían tener trastornos psicológicos”.
Aunque usted no lo crea y se le erice la piel mirando estas imágenes, la nueva tendencia del cutting, que consiste en cortarse la piel para mediante las cicatrices formar figuras en el cuerpo, llegó a Ecuador.
No son muchas personas las que lo practican, pero existen quienes han optado por dejar el típico tatuaje de lado para probar algo mucho más extremo y por supuesto doloroso.
Juan Escobar es uno de los pocos jóvenes que tiene marcado su cuerpo con un cutting. Cuenta que todo fue por coincidencia, ya que nunca había pensado en hacerse uno, pero que su “maestro”, quien le ha enseñado todo sobre tatuajes, llegó de viaje desde Perú y le comentó lo que había aprendido en el vecino país sobre la rara técnica de tatuar con bisturí.
“Lo hice como un reto, quería ver hasta qué punto mi cuerpo toleraba el dolor”, explica Juan. La primera vez que lo hizo fue en el 2009, cuando sentía como la cuchilla iba desgarrando su piel. Al principio solo le quedó una cicatriz pequeña, pero luego Juan se retocó y las heridas se convirtieron en queloides (lesiones de la piel formadas por crecimientos exagerados del tejido cicatricial en el sitio de una lesión cutánea), tal como Juan lo había deseado: un tatuaje con cicatrices de relieve. “Me hice los retoques y me volví a cortar para que todo quedara uniforme”, comenta.
Juan trabaja haciendo tatuajes en un reconocido local de la capital. Su cabeza rapada, sus tatuajes y sobre todo sus cicatrices lo vuelven un personaje. Según él, esta técnica del cutting no es algo nuevo, pues en tribus ancestrales se practicaba mucho esto, ya sea con cuchillos o con palos capaces de cortar la piel. “Con esto la gente se marcaba y se podía identificar a qué grupo pertenecían”, explica Juan.
Proceso extremo
Es importantísimo que la parte designada para el cutting sea desinfectada por completo, así como también todos los materiales que se utilizan. Quien decida hacerse un cutting debe estar muy seguro de lo que hace y del diseño, pues las cicatrices nunca podrán ser borradas.
El cutting, a diferencia de un tatuaje normal, tarda en cicatrizarse. Por esto es importantísimo que los cuidados sean delicados y estrictos. Una infección en las heridas podría ser lamentable, pues los cortes y las marcas pasan a una capa más profunda de la piel llamada hipodermis.
Pero no para todos los artistas del tatoo, el cutting es una buena técnica. Algunos como Xavier Maldonado creen que cortarse la piel para dejar marcas no es para nada estético y mucho menos higiénico. La sangre que sale de cada cortadura es abundante, por eso el riesgo, tanto para quien realiza el trabajo como para el cliente, es alto. “Hay otros procesos extremos más interesantes y mucho más agradables a la vista”, comenta Xavier.
Otras modas |
La técnica del bisturí no es la única que pone a cualquiera los pelos de punta. También existen quienes prefieren dejar el corte de lado para marcarse el cuerpo como si fuera un animal. Esta técnica es conocida como branding.
Con hierro forjado y al rojo vivo se quema la piel de tal manera que las llagas forman figuras, según el gusto de quien se la realiza.
También existe la conocida suspensión, que consiste en realizar agujeros en cualquier parte del cuerpo y luego introducir ganchos para después colgarse de cualquier parte alta. La idea es que la persona quede colgada en el aire, pero sujetándose de su propia piel.
Otra de las cosas más raras que hoy en día se ponen de moda son las modificaciones corporales, donde las personas logran incrustarse moldes dentro de la piel provocando que se formen figuras, pero sin marcarla.
¿Masoquismo?
Daniel Tapia, psicólogo clínico, explica que este tipo de tendencias van más allá de una moda, pues el dolor se convierte en placer. El principal síntoma de quienes practican esta clase de moda es la autoflagelación.
“No existen personas que sean más o menos tolerantes al dolor, cada quien resiste de acuerdo a las experiencias que han tenido en la vida”, explica el especialista. Es por esto que quienes se han realizado anteriormente tatuajes normales o cualquier tipo de perforación tienen mayor capacidad para aguantar laceraciones o cortes.
Tapia comenta, además, que nuestra sociedad no está aún preparada para este tipo de modas, “pero las nuevas generaciones son más tolerantes y permisibles con estas tendencias”.
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Fuente. extra.ec