El incidente fue documentado por varios fotógrafos en un distributario del Yangtsé, en el cual se sitúan los astilleros portuarios y los diques de descarga de la ciudad.
Fue un espectáculo escalofriante lo que vieron los vecinos de la región. Una mancha de color rojo sangre que se extendía varios cientos de metros. Muchos chinos decidieron quedarse con una muestra del inolvidable fenómeno llenando botellas con la extraña agua.
Las autoridades locales aún no han podido explicar este suceso. Pero ya se ha iniciado la investigación del mismo.
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