Los buzos rara vez han podido capturar imágenes del Pyrostremma spinosum, o pyrosome. Es tan raro que, por ello, lo han llamado «unicornio de mar», y ha sido avistado en la costa de Tasmania, en Australia. Esta enorme criatura, que se ilumina y puede crecer hasta los 30 metros, es tan rara como terrorífica, según recoge el «Daily Mail».
Su cuerpo, cilíndrico y translúcido está formado por pequeños clones llamados «zooides», de tamaño milimétrico, que lanzan agua a través de sus tubos y se alimentan del placton presente en ella. Los «zooides» están conectados por cada tejido y se mueven como si fueran uno dentro de la estructura del pyrosome. Esta especie vive libremente y en mar abierto, lejos de la tierra. Por este motivo, rara vez son vistos y solo ahora unos privilegiados buzos han podido divisar y grabar a esta criatura gigante.
El largo tubo que es su cuerpo consiste en una estructura cilíndrica que, por un lado termina de manera puntiaguda y, por el otro, tiene una abertura que puede llegar a los dos metros de diámetro. Sin embargo, esta especie de cono gigante debe su aterrador aspecto a su gran tamaño.
Pese a ello, la criatura se mueve con extrema delicadeza. Uno de los buzos del Centro de Buceo Eaglehawk de Australia que la divisó en persona, describe el movimiento de la misma como si se tratara de una boa de plumas.
Fuente: contextotucuman.com
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