La barra punzante se quedó a dos milímetros del cerebro
"Aunque ha perdido un ojo, tiene suerte de estar vivo"
Un joven chino de 13 años se ha clavado en un extraño accidente un gancho en el ojo. El terrible suceso a punto ha estado de costarle la vida, ya que la barra punzante se quedó a dos milímetros de distancia del cerebro. El joven estaba jugando en el patio helado de su escuela, en la ciudad de Shangai, cuando resbaló y cayó boca abajo sobre un gancho de acero que se había roto de un aparato de calefacción.
Xiaolin Niu -así es como se llama el joven- "intentó ser valiente". El gancho era más grande, pero los responsables de la escuela llamaron a un ingeniero para que lo cortara.
El cirujano, Yan Shijun, ha explicado que el gancho le atravesó el cráneo y una vez dentro se torció. "Cualquier movimiento hubiese afectado a su cerebro y habría muerto", ha dicho el doctor. Los médicos le han sacado el gancho con sumo cuidado. "Ha perdido su ojo derecho, pero tiene suerte de estar vivo", ha asegurado Shijun.
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